La historia de Casa Chupas Ovos en A Guarda nos retrotrae seis décadas en el tiempo, concretamente al año 1960. Este proyecto de vida -que ya alcanza su tercera generación-, Comenzó su andadura como una modesta taberna marinera Situada a escasos metros del puerto pesquero de la localidad. Desde sus inicios, y como no podía ser de otra manera, la oferta gastronómica tradicional del native ha sido a base de productos frescos del mardestacando especialmente los platos de pulpo, pescados de temporada o variedades de mariscos de concha.
De hecho, Este restaurante ya legendario debe su curioso nombre a un viejo león marino y su perro. Según Juan Castro, nieto de los fundadores, antes de abrir Casa Chupa Ovos, su abuela regentaba un native (“a tres casas de esta dirección”) conocido como Bar Hermelinda, donde pasaba sus días “Rol, el perro del tío”. Domingos, un marinero que siempre estaba a bordo.” Además de pasear por el pueblo, Resulta que el peludo tenía la costumbre agresión los gallineros vecinos para comer los huevos de los pájaros. En este punto la retranca gallega jugó un papel basic: el perro pasó a ser conocido por todos como “chupa ovos”; Entonces, cuando la abuela de Juan quiso montar el precise establecimiento, el nombre resonó en las conversaciones cotidianas y el restaurante se llamó Casa Chupa Ovos.
Cocina casera y tradicional en Casa Chupa Ovos
Los productos del mercado marcan la pauta en la cocina de Casa Chupa Ovos. El recetas caseras y tradicionales elaborados en el restaurante permiten a sus visitantes saborear la Galicia del mar hacia el inside. Como ya os comentamos unas líneas más arriba, en este native los pescados y mariscos son los grandes protagonistas, aunque también hay otras opciones de entrantes o carnes. Además, cabe señalar que El 90% del menú de Casa Chupa Ovos es sin gluten, por lo que los comensales celíacos podrán disfrutar sin preocupaciones de numerosas delicias en este restaurante de Guarda. “Siempre intentamos que el plato quede bonito y llame la atención, pero sobre todo que esté bueno”, afirma Juan.
Llevan trabajando con esta fórmula de éxito desde su apertura y, de hecho, varias elaboraciones que nacieron junto al native aún hoy se conservan en la carta: “el bonito pure con cebolla, que es como una ensalada, o el pulpo guisado son platos que mi abuela ya hacía hace 60 años. Es lo más típico de la Chupa Ovos”, reconocen. También tienen dos extensos menús cerrados ―Chupa y Tilán―, pensado para dos comensales, que incluye hasta cuatro platos, entre ellos algunos de los platos estrella del restaurante.
Y más allá de los clásicos, con el tiempo el establecimiento ha ido actualizando su repertorio culinario, añadiendo recetas inéditas o dando “una vuelta de tuerca” a muchas otras ya vistas en la carta del restaurante. “Siempre tenemos algo fuera de carta en el que metemos platos nuevos que hacemos o cosas concretas que se nos ocurren”, explica Juan. Recetas tradicionales o no, no hay duda de que Casa Chupa Ovos sigue conquistando los paladares de todos aquellos que, por recomendación o casualidad, se acercan al número 24 de La Roda.
Vinos y postres: el broche de oro
Para completar la experiencia gastronómica de Casa Chupa Ovos en A Guarda, el restaurante pone a disposición de los usuarios un extenso recetario de postres caseros y una bodega que alcanza las 300 referencias, entre vinos nacionales e internacionales. Por un lado, como señala Juan Castro, todas las sobremesas han sido elaboradas y elaboradas por ellos mismos, añadiendo a la carta entre 10 y 14 platos diferentes para poner el broche a cada comida o cena en el restaurante. . “La tarta de panqueques es un éxito tremendo… está rellena de crema de queso mascarpone y frutos rojos, arándanos y frambuesas.”Dicen desde el restaurante.
A la hora de maridar platos, en Casa Chupa Ovos tampoco les faltan opciones. “Tenemos una carta de vinos tremendous extensa. Creo que en la región sólo nos supera Los Abetos, que tiene cerca de 1.800 referencias”, afirma Juan. “Soy un gran amante de los vinos, especialmente los de burbujas y los tintos”, añade. Una pasión que también se refleja en el restaurante, porque la verdad es que Sólo en el caso del champán se pueden contar hasta 25 etiquetas diferentes en la carta..