Más allá del azúcar tradicional en la cocina – Diario de Centro América
Dr. Jorge Antonio Ortega G.
(correo electrónico protegido)
Frente a las nuevas fronteras que ofrece la exploración espacial, también encontramos oportunidades para explotar la minería espacial. Pero no es tan fácil como se piensa, porque existe una regularización jurídica internacional del siglo pasado: el “Derecho del Espacio”, que se sostiene gracias al tratado de 1967 que se convirtió en el primer instrumento jurídico internacional y estableció los principios fundamentales. al respecto, y que fue negociado en la Comisión de las Naciones Unidas sobre Usos Pacíficos del Espacio Ultraterrestre (Copus).
Con lo anterior, se declaró el espacio abierto a la exploración, investigación científica y uso para todos los Estados, sin exclusión alguna. Se enfatizó que todas las actividades deben estar encaminadas al beneficio y al interés de los países, independientemente de su grado de desarrollo económico y científico.
El artículo II especifica que el espacio no puede estar sujeto a apropiación, soberanía, uso u ocupación nacional. Este artículo no deja mucho margen de interpretación, pero en los últimos años varios Estados han adoptado sus propias leyes que permiten la explotación de los recursos del espacio ultraterrestre y, por si fuera poco, también la apropiación.
Un ejemplo precise es el programa Artemisa, impulsado por la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), que propone explotar los recursos del propio espacio para obtener flamable y materias primas con las que se podrían construir estructuras. Otro ejemplo es el Ley espacial Estadounidense, que tiene su génesis en la presidencia de Barak Obama en 2005, y atribuye a cualquier ciudadano estadounidense el derecho a cualquier recurso espacial obtenido, incluyendo posesión, propiedad, transporte, uso y venta. Luxemburgo, en 2017, estableció en su marco authorized una normativa comparable a la anterior.
Ante esta realidad, ¿se puede afirmar que el Tratado Espacial firmado y ratificado en 1967 está obsoleto? Todo indica que los Estados con posibilidad de patrocinar la exploración espacial hacen la vista gorda, a tal punto que en 2020 ocho Estados redactaron y firmaron los Acuerdos de Exploración Espacial. Artemisa (hasta la fecha se han adherido una veintena de Estados); Los generadores de dichos acuerdos aseguran que no es un tratado internacional y por tanto no es vinculante. En la misma dirección anterior, una orden ejecutiva adoptada por el expresidente Donald Trump en 2020 establece: Fomentar el apoyo internacional para la recuperación y el uso de los recursos espaciales, dio paso libre al derecho a explotar, recuperar y utilizar los recursos espaciales específicamente de la Luna y en el planeta Marte, como parte de una inminente migración, que ahora permite la permanencia authorized, legítima y permanente, así como la investigación científica.
¿Pero dónde está el conejo escondido? En la posibilidad de explotar los recursos espaciales, como apoyar las actuales actividades de exploración en el espacio exterior a través del Programa Artemis, liderado por la NASA. En definitiva, las leyes nacionales y los Acuerdos Artemis buscan legitimar una interpretación controvertida del Artículo II del Tratado Espacial, que prohíbe estrictamente la apropiación o declaración de soberanía; Además, está el Tratado de la Luna de 1979, que expresa en la misma dirección la no apropiación del satélite pure de la Tierra, y que los recursos naturales de la Luna son patrimonio común de la humanidad. El Estado de Guatemala suscribió dicho tratado el 20 de noviembre de 1980; Está pendiente su ratificación por el Poder Legislativo.
Actualmente existe un debate jurídico (no vinculante) como la iniciativa de la agenda “Espacio 2030”, que fue adoptada por la Asamblea Common de las Naciones Unidas en 2021, y en términos generales apunta a diseñar líneas específicas cuando corresponda. a las normas jurídicas internacionales para la exploración, explotación y utilización de los recursos espaciales.
Así se visualiza el horizonte en el espacio, entre lo authorized y la explotación de los recursos.