Domingo en Badajoz – El Periódico Extremadura

Parecía un domingo como cualquier otro. En la calle no se oía el ruido de los coches, ni se olía el oscuro olor de los tubos de escape, ni siquiera esos otros olores empalagosos de las colonias matutinas que contaminan la virginidad de una calle nueva, limpia, como saliendo de la ducha. . Los mayores también madrugamos en vacaciones. La cama nos empuja antes de tiempo, colocando ante nosotros un día sin agenda, sin horario de trabajo, un día vacío que llenamos con parsimonia dominical a paso de tortuga.
Empiezo el día desayunando en el Badajoz de los desayunos. Un domingo para elegir: migas en la venta de Rocío; churros con chocolate en la churrería de Paco Cayero en Altozano; o en el ‘Leyton’ de San Fernando; quizás jamón con aceite en ‘La hora del café’ en Pardaleras; o en la brasserie ‘La bodega’ del Nevero, al lado del mercado. También puedo vestirme para hacer deporte, coger la bicicleta y pedalear hasta el bar del río y pedir media cachuela, mientras observo el desfile de paseadores de perros, de deportistas mañaneros vestidos con ropa de colores cálidos, caminando, corriendo, pedaleando por la orilla del río. río. río, con la rotunda imagen del viejo puente como fondo. Un ambiente inspirador, un escenario para llevar el portátil y escribir un artículo de piedra y agua, un artículo tosco y líquido. Un domingo tranquilo, como todos los domingos.
Recuerdo a Vara, quien, teniendo la oportunidad de ser ascendido dignamente a médico forense, ha seguido siendo un político.
Después del desayuno podéis acercaros al campo de Granadilla para hacer deporte dentro del recinto, correr sobre el césped o corretear, tomar la ruta del bien por malos caminos o pasear por el perímetro del campo de fútbol de Vivero. , donde se pueden encontrar personas paseando a padres ancianos y abuelos ingresados en una de las dos residencias de ancianos. Me doy cuenta de que no es un domingo como todos, cuando de regreso a casa entro en la avenida Sinforiano Madroñero y veo un gran número de personas, algunas de ellas con banderas españolas, dirigiéndose al Paseo Condes de Barcelona. Sigo avanzando, cada vez hay más mujeres, hombres y hasta algunos niños, es el día de la manifestación. Una manifestación pacífica contra los acuerdos de Pedro Sánchez con partidos de pasado dudoso y futuro inquietante. La gente está indignada, no sólo por los sentimientos de ira ante la amnistía, sino también por cuestiones económicas. Se tiene la sensación de que fácilmente se conceden millones de euros a cambio de votos, con el trabajo que supone poner a un médico en un centro de salud, o a los bomberos en caso de incendio, o aumentar los sueldos en un 0,5 o instalar un ordenador nuevo e incluso sustituir una bombilla en cualquier oficina oficial con la excusa de que no hay dinero.
Voy despacio, hay atasco, mucha gente se manifiesta contra Pedro Sánchez y recuerdo a Vara, que teniendo la oportunidad de ser ascendido dignamente a médico forense, ha seguido siendo un político. Ante esta incertidumbre, un deseo. Ojalá los domingos sigan siendo los de siempre.