Arguiñano se sincera sobre lo que sintió cuando le retiraron la estrella Michelin

Carlos Arguiñano, figura emblemática del mundo culinario español, lleva más de tres décadas cautivando a las audiencias televisivas con su experiencia gastronómica. A sus 75 años, su legado en el sector es impresionante: empresario polifacético, director de restaurante y poseedor de una codiciada estrella Michelin.
En una reciente entrevista concedida a ‘El País’, con motivo del lanzamiento de su próximo recetario, el chef vasco desvela aspectos íntimos de su vida. Este libro, de éxito recurrente y entre los más vendidos de Planeta, se plantea como un tentador regalo para las fiestas navideñas.
Durante el diálogo con el medio antes mencionado, el tema de estrellas michelin, premios de alto calibre en la gastronomía mundial que se entregarán próximamente. Arguiñano compartió sus reflexiones sobre el peso que conlleva obtener y perder esta distinción.
“Las estrellas son un reconocimiento, pero llevar una presión abrumadora. El mejor ejemplo es Ferrán Adriá, que cerró su restaurante hace 11 años. Estar pendiente de la visita del inspector a veces supera la atención al propio cliente”, afirmó el presentador de Antena 3.
“Para mí la verdadera referencia es el cliente”
Y añade con convicción: “El inspector Michelin puede ser un gran comensal, pero puede que no sea un experto culinario. Viene un día, prueba tus platos y emite un juicio. Sería más equitativo si visitaran los establecimientos con mayor frecuencia”. al menos una vez al mes. Personalmente, no me gusta que me califiquen. Para mí la verdadera referencia es el cliente.”
Sobre el dolor por perder su estrella Michelin, Arguiñano confesó haber pasado por una Momento complicado y cuestionando el motivo de la pérdida.: “Siento que ahora mi restaurante, regentado por mis hijos, es mejor que cuando tenía la estrella. La oferta es más diversa. Atendemos a cerca de un centenar de personas diariamente, un éxito rotundo, ofreciendo platos por 50 euros. Aconsejo “A mis hijos les digo que vivan sin obsesionarse con las estrellas. Prefiero ser una estrella de televisión que tener una estrella Michelin”.
La historia de Arguiñano destaca una transformación en su Enfoque gastronómico, priorizando la satisfacción del comensal sobre las distinciones.. Su restaurante, ahora en manos de sus hijos, es un claro testimonio de su evolución culinaria y una muestra de su filosofía centrada en la experiencia del cliente.
Arguiñano, icono indiscutible del panorama gastronómico español
Carlos Arguiñano, Icono indiscutible del panorama gastronómico español., trasciende como mucho más que un chef televisivo. Con una carrera que abarca más de tres décadas en la pantalla, su carisma y destreza culinaria han encantado a generaciones de espectadores ansiosos por explorar el arte de cocinar.
Nacido en Beasain, Guipúzcoa, en 1948, Arguiñano no sólo es un consumado chef, sino un emprendedor multifacético. Su incursión en el mundo empresarial le ha llevado a regentar restaurantes, escribir exitosos recetarios y consolidarse como una marca reconocida.
Su ascenso a la fama se consolidó a través de programas de cocina televisivos, donde destacaba su estilo afable, pure y su característico “¡Rico, rico!” se convirtieron en señas de identidad. Su capacidad para simplificar recetas complejas, haciéndolas accesibles a todo tipo de cocineros aficionados, lo convirtió en un Referente culinario y maestro en la enseñanza de la cocina casera.
Más allá de su popularidad televisiva, Arguiñano es un apasionado de la cocina tradicional vasca. Su enfoque en ingredientes locales frescos, combinados con técnicas simples pero efectivas, ha sido la clave de su éxito. A lo largo de los años ha ido evolucionando con la cocina contemporánea, manteniendo siempre un vínculo con sus raíces culinarias.
Su visión va más allá del reconocimiento y las estrellas Michelin. Para él, la autenticidad y la satisfacción del cliente son el verdadero premio.. A pesar de haber tenido una estrella Michelin para su restaurante y perderla, su enfoque es ofrecer una experiencia gastronómica memorable para quienes disfrutan de sus platos.